La Fiscalía General del Estado de Guanajuato confirmó este lunes que los restos humanos encontrados en una zona de sembradíos en ese estado mexicano corresponden a un niño indígena de tres años, desaparecido desde el 15 de mayo.
Javier Modesto Moreno, originario de la comunidad ñuu savi en la montaña de Guerrero, llegó a la ciudad de León acompañando a su familia en su trabajo de jornaleros migrantes. La última vez que fue visto con vida, sus padres lo dejaron bajo la sombra de un árbol para continuar sus labores en la recolecta de tomatillo, en un campo de cultivo ubicado cerca de la localidad de El Jagüey. Su cuerpo fue hallado sin vida 10 días después.