México es un país de alta actividad sísmica debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una región tectónica activa. Este posicionamiento entre la Placa de Cocos y la Placa Norteamericana genera liberaciones constantes de energía en forma de movimientos telúricos, haciendo que los sismos sean frecuentes en todo el territorio nacional y que el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) se active cuando es necesario.
En este contexto, el Servicio Sismológico Nacional (SSN), organismo encargado de monitorear los sismos en México, proporciona un seguimiento constante de cada evento sísmico. Según los últimos reportes, la madrugada del 8 de noviembre no presentó actividad significativa, aunque se detectó un sismo en Chiapas a las 08:12 horas.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) recomienda a la población mantener la calma y seguir algunas medidas preventivas en caso de sismo: protegerse en un sitio seguro, preferentemente bajo muebles resistentes, desconectar fuentes de energía y cerrar válvulas de gas y agua. Si se está en la calle, se aconseja alejarse de edificios, postes y cables eléctricos.