En una sesión llena de tensión y desacuerdos, el Senado aprobó esta madrugada, tanto en lo general como en lo particular, la reforma constitucional que establece que no procederán amparos ni otros recursos legales en contra de reformas a la Constitución. La votación concluyó con 85 votos a favor y 24 en contra, en medio de un ambiente marcado por enfrentamientos entre los senadores de Morena y los de los partidos PAN y PRI.
La sesión, que se prolongó hasta después de la medianoche, incluyó una serie de enfrentamientos verbales. Desde las bancadas opositoras, senadores del PAN y PRI acusaron a Morena de encaminar al país hacia una “dictadura” y protestaron en el pleno con altavoces y pancartas. En respuesta, la bancada de Morena colocó letreros con el mensaje “oposición moralmente derrotada”.
Miguel Ángel Yunes Márquez, aún miembro del PAN, anunció su voto a favor de la reforma, rompiendo con su bancada y generando una intensa reacción. Yunes cuestionó al dirigente panista Marko Cortés, llamándolo “ladrón” y defendiendo su decisión de votar con Morena. Cortés, en tanto, acusó presiones de Morena hacia Yunes y advirtió que la reforma deja a los ciudadanos desprotegidos al limitar sus posibilidades de amparo.
El coordinador de Morena, Adán Augusto López, rechazó las acusaciones de presiones y exigió a Cortés presentar pruebas. Entre acusaciones y gritos, Yunes subió a la tribuna y argumentó que votará en “conciencia” a favor de las políticas de Claudia Sheinbaum, criticando a su partido por retenerle los recursos que le corresponden.
Alejandro Moreno Cárdenas, del PRI, señaló que la reforma otorga un poder desmedido al grupo mayoritario, calificándola de “locura”. Por su parte, el senador de Morena, Alejandro Murat, defendió la reforma, afirmando que busca resolver problemas de justicia heredados y fue exigida por el pueblo mexicano.