Sheinbaum reafirma postura soberana ante amenazas de Donald Trump

A pocos días de iniciar su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha emitido declaraciones que tensionan la relación con México. Entre las más polémicas se encuentran sus comentarios racistas hacia migrantes, amenazas de imponer aranceles, la intención de declarar a los cárteles como organizaciones terroristas, y las críticas relacionadas con el tráfico de drogas y fentanilo.

Ante este escenario, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo manifestó una postura firme. “México es un país libre, soberano, independiente y no aceptamos injerencismos”, afirmó, subrayando la importancia de la diplomacia y el diálogo para resolver diferencias.

México y Estados Unidos mantienen una relación económica profundamente interconectada. Como principal socio comercial de Estados Unidos, el país representa el 16% del comercio internacional estadounidense, con el 80% de las exportaciones mexicanas dirigidas a su vecino del norte bajo el marco del T-MEC.

La frontera compartida de más de 3,000 kilómetros es un eje crucial, con un intercambio comercial de 1.2 millones de dólares por minuto. Productos como aguacates, automóviles y autopartes destacan entre las exportaciones más demandadas. Tan solo en 2023, México exportó 2.6 millones de toneladas de aguacate, abasteciendo el 80% del consumo total en Estados Unidos, según el Departamento de Agricultura.

Sheinbaum advirtió que la imposición de aranceles perjudicaría tanto a México como a Estados Unidos, afectando cadenas de suministro integradas en sectores clave como el automotriz, manufacturero y electrónico. Esto no solo encarecería productos, sino que pondría en riesgo miles de empleos en ambos países.

En una carta dirigida a Trump, Sheinbaum subrayó que México está dispuesto a negociar, pero como iguales. “Aquí no hay subordinación”, afirmó, destacando que las amenazas no ofrecen soluciones. La mandataria hizo un llamado a fortalecer la cooperación y el entendimiento mutuo, claves para enfrentar los desafíos compartidos.

La relación con el próximo gobierno estadounidense será compleja, pero México mantiene su compromiso con el diálogo y la defensa de su soberanía.

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