Durante su conferencia matutina el 30 de octubre, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, abordó las recientes declaraciones del embajador estadounidense, Ken Salazar, quien sugirió que la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa, debería considerarse un logro conjunto entre ambos países. Sin embargo, Sheinbaum expresó preocupación por los métodos utilizados en la captura, enfatizando la importancia de los procedimientos éticos y legales en estos casos. “El fin no justifica los medios. La manera en la que se realizan las detenciones es relevante”, afirmó la mandataria.
Este tema ha generado intercambios entre funcionarios de ambos países. La presidenta explicó que el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, mantiene diálogo constante con el embajador Salazar para asegurar que, en las operaciones conjuntas, se respeten las normas internacionales y las condiciones de igualdad entre ambos gobiernos.
Por su parte, el fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, manifestó que Estados Unidos aún no ha proporcionado toda la información relacionada con el operativo de captura del pasado 25 de julio en Texas, en el que se trasladó a Zambada en un avión presuntamente clonado. “Es crucial recibir todos los datos, incluyendo la identificación del avión y su piloto”, declaró Gertz Manero.
En respuesta, Salazar defendió las acciones estadounidenses y rechazó cualquier implicación de las autoridades de su país en el supuesto secuestro del narcotraficante, asegurando que el avión en cuestión no pertenecía a los Estados Unidos ni se trataba de un operativo norteamericano.
Esta serie de declaraciones subraya las tensiones diplomáticas y la importancia de la cooperación efectiva en la lucha contra el narcotráfico, un desafío continuo para ambas naciones.