Tensión entre poderes: La exclusión de la SCJN en evento del Ejecutivo genera controversia

El artículo 49 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece la división del Supremo Poder de la Federación en tres ramas: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Este principio fundamental asegura que ninguno de los poderes sea superior al otro, garantizando el equilibrio y la igualdad entre ellos. Sin embargo, este pilar del Estado mexicano ha sido cuestionado tras un evento reciente que pone en entredicho el respeto a la división de poderes.

El pasado 5 de febrero, durante la ceremonia de conmemoración de la Constitución de 1917, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, no fue invitada al evento oficial, una acción sin precedente en la historia reciente de México. Tradicionalmente, este acto reúne a los titulares de los tres poderes como símbolo de la unidad constitucional. La ausencia de la representante del Poder Judicial fue interpretada como un desplante por parte de la titular del Ejecutivo federal, Claudia Sheinbaum.

Expertos en derecho advierten que este tipo de decisiones no solo vulneran la esencia del artículo 49 de la Constitución, sino que también reflejan un desprecio hacia el Poder Judicial y, en general, hacia el principio de contrapesos. Esta actitud, aseguran, no es nueva y tiene su origen en las acciones del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien frecuentemente mostró poca disposición a reconocer la igualdad entre los tres poderes.

Los analistas coinciden en que estos actos, que incluyen desacatos a suspensiones dictadas por jueces y declaraciones despectivas hacia otros poderes, envían un mensaje preocupante sobre la relación entre el Ejecutivo y el resto de las instituciones. En un contexto donde la presidenta pide unidad ante retos internacionales, estas acciones parecen, paradójicamente, fomentar la división interna.

Este tipo de desacatos y actitudes autoritarias, según especialistas, no solo contravienen las leyes mexicanas, sino que podrían llevar al país a un terreno peligroso, erosionando los principios democráticos sobre los cuales se sustenta el Estado.

También te puede gustar