Desde el primer minuto de este lunes 19 de agosto, empleados del Poder Judicial de la Federación (PJF) comenzaron un paro indefinido de labores en rechazo a la iniciativa de reforma impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La protesta ha adquirido fuerza en diversas entidades del país, con más sedes judiciales sumándose paulatinamente al movimiento.
El Palacio de Justicia Federal en San Lázaro fue uno de los primeros en cerrar sus puertas, seguido por el edificio del Poder Judicial en la ciudad de Puebla, ubicado en la zona de Angelópolis. La suspensión de actividades se extiende ya a estados como el Estado de México, Coahuila y Nuevo León, donde trabajadores han detenido labores, limitando la atención únicamente a asuntos urgentes.
Este paro nacional ha sido marcado por consignas como “¡Todos Somos Uno! ¡Uno Somos Todos!”, las cuales resonaron con fuerza en San Lázaro y reflejan la unidad de los trabajadores ante la reforma judicial.
La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed) fue clave en la organización de este movimiento, convocando a sus miembros a votar a favor de la suspensión de actividades. Los manifestantes sostienen que la reforma propuesta afecta la independencia del Poder Judicial, un aspecto que consideran esencial para la impartición de justicia en el país.