El Tribunal Nacional de Ética (TNE) de la Unión Cívica Radical (UCR) resolvió, por mayoría, expulsar a los diputados nacionales Mariano Campero, Martín Alfredo Arjol y Luis Albino Picat, acusados de conductas que “lesionaron gravemente la dignidad del partido”. La decisión se tomó durante una reunión en la sede del Comité Nacional en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La sanción se fundamenta en el proceso disciplinario iniciado tras la suspensión preventiva de los legisladores en septiembre. Según el fallo, las acciones de los diputados, como su reunión en la Casa Rosada con el presidente Javier Milei el pasado 10 de septiembre, contradijeron las posturas oficiales del partido. Este encuentro, acompañado de fotografías que circularon ampliamente en redes sociales, fue señalado como una estrategia deliberada para impactar en la opinión pública, debilitando la unidad ideológica de la UCR.
Alicia Tate y Juan Pedro Tunessi, firmantes del fallo, argumentaron que las conductas de los legisladores violaron los principios éticos del partido y afectaron su reputación. Sin embargo, Ricardo Barrios Arrechea, en minoría, cuestionó la severidad de la sanción, proponiendo una suspensión temporal en lugar de la expulsión definitiva.
La decisión generó críticas dentro del partido. Líderes como Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza, calificaron la medida como “equivocada”, señalando que aleja a la UCR de su tradición democrática y de sus votantes. Otros referentes, como Pamela Verasay y Rodrigo de Loredo, denunciaron arbitrariedad y selectividad en la aplicación de sanciones.
Por su parte, el tribunal enfatizó la importancia de mantener la disciplina interna para enfrentar los desafíos políticos actuales. Los diputados sancionados aún pueden apelar la decisión, pero su futuro dentro de la UCR parece incierto.
En tanto, el caso de Pablo Cervi, otro legislador señalado, permanece en análisis, otorgándosele plazo para presentar pruebas y descargos.