El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó controversia con sus recientes declaraciones sobre la relación de su país con México y Canadá, planteando la posibilidad de anexar ambas naciones como estados de la Unión. En una entrevista con NBC, Trump argumentó que Estados Unidos “subsidia” a México y Canadá con cifras de cientos de miles de millones de dólares anuales, y sugirió que dicha integración podría equilibrar lo que considera un “campo de juego desigual”.
Trump afirmó que Canadá recibe más de 100 mil millones de dólares en subsidios anuales por parte de Estados Unidos, mientras que a México se destinan aproximadamente 300 mil millones. Asimismo, defendió la implementación de aranceles como una estrategia para revitalizar la economía estadounidense y mitigar los efectos de la inflación en las familias.
Durante la entrevista, el político republicano recordó una conversación con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en la que bromeó sobre convertir a Canadá en el estado 51, sugiriendo incluso asumir el rol de gobernador. Este comentario surgió en un contexto informal, tras una cena en Mar-a-Lago, cuando Trudeau pidió evitar nuevos aranceles.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con firmeza a las declaraciones de Trump, reafirmando la soberanía e independencia de México. “México es un país libre, soberano e independiente. Eso lo sabemos todos y así siempre lo tenemos que defender”, declaró. Sheinbaum subrayó la importancia del tratado comercial T-MEC como un instrumento clave para la colaboración regional y destacó que las tres naciones deben percibirse como aliados complementarios, no como rivales.
Las declaraciones de Trump han reavivado el debate sobre la relación entre los países de América del Norte, evidenciando las tensiones latentes en materia de comercio y cooperación económica.