Alex Pintado, uno de los nombres más prometedores del mediofondo español, ha vivido este fin de semana un episodio inesperado y desafortunado que lo aleja temporalmente de las pistas. El joven atleta, bronce en el pasado Mundial sub-20 y campeón de España de 3.000 metros en pista cubierta, ha sido operado tras una dura caída en los Pirineos que le provocó una lesión de gravedad en su pierna izquierda.
El accidente ocurrió en Font Romeu, durante una bajada aparentemente sencilla. Una piedra afilada, en el peor momento y lugar, cambió el rumbo de su rutina de entrenamiento. “Aún no me creo lo que me pasó este sábado…”, comenzó escribiendo Alex en un emotivo mensaje compartido en sus redes sociales. “Una simple caída en una bajada, con la mala suerte de que una piedra afilada decidió dejarme un ‘recuerdo’ en la parte baja de la pierna izquierda”.
La herida fue inmediata y profunda. La reacción de sus compañeros de entrenamiento fue crucial: lo asistieron rápidamente y lo trasladaron en coche al hospital de Puigcerdà, donde los médicos confirmaron que la lesión era más seria de lo que parecía. De ahí, fue derivado al hospital de Terrassa, donde fue intervenido quirúrgicamente esa misma noche.
El diagnóstico fue contundente: corte de los tendones de tres dedos del pie y el del tibial anterior, que estaba prácticamente seccionado. “Todo por una piedra con muy malas intenciones”, lamentó con un toque de humor ácido, pero sin perder el ánimo.
A pesar del duro golpe —literal y emocional—, Alex se mostró optimista. “La buena noticia es que la operación fue bien”, aseguró. “Y ahora toca lo más importante: descansar, tener paciencia y trabajar para volver más fuerte”.
Con apenas 20 años, Pintado se había consolidado como una de las jóvenes estrellas del atletismo español, destacando por su talento, madurez y ambición competitiva. Su bronce mundial en categoría sub-20 y su título nacional auguraban una trayectoria ascendente en pruebas de mediofondo, con la vista puesta en los grandes campeonatos internacionales.
Este revés, sin duda, supone un obstáculo en su camino, pero también una oportunidad para demostrar esa fortaleza mental que tantas veces ha exhibido en la pista. Su comunidad de seguidores, compañeros y entrenadores ya han mostrado su apoyo, convencidos de que esta historia no termina aquí, sino que será un nuevo capítulo en su crecimiento como deportista.
Pintado cierra su mensaje con una promesa implícita: volverá. Y si algo ha demostrado hasta ahora, es que cada zancada suya, dentro o fuera de la pista, siempre va con determinación.